viernes, 3 de septiembre de 2010

Happy Together

Dirección y guión Wong Kar Wai
Fotografía Christopher Doyle
interpretación Leslie Cheung, Tony Leung...
Montaje William Chang, Wong Ming Lang
Música Danny Chung
Hong Kong 1997

A mediados de los años 90 del siglo pasado, Wong Kar Wai surgió como el mayor estandarte de aquel boom del cine asiatico. El desolador panorama del cine contemporaneo hizo que el exotismo asiatico surgiese como la mayor esperanza posible para el cine. Al final, una vez rebajado el boom, el único que pareció ser de un nivel medio alto fue Wong Kar Wai. Y a estas alturas, toda película que lleva su firma es rifada por todos los festivales de prestigio del mundo. Y eso que realmente sólo se le puede atribuir una gran película, In the mood for love. Pero hay que reconocer que sus pinceladas son muy de agradecer, ya que resultan estimulantes para el espectador.

Happy Together sigue la linea temática de las películas de Wong, donde se muestran a personajes emocionalmente reprimidos que buscan liberarse y buscar su propio lugar, un tema al que estoy sensibilizado bastante últimamente. La película tiene un alto grado de expresión en algunos instantes, y supuso el ensayo anterior a In the mood for love, donde las ideas expuestas aquí fueron engranadas de un modo más acertado. Las etapas en la relación del protagonista con su pareja, son facilmente diferenciables en el aspecto cromático, partiendo desde un mundo puramente acromático, pasando por un rojo violentísimo, hasta acabar en un mundo cromático más real y equilibrado. La idea es buena desde la base, y aunque sea destacable en momento en que limpia la sangre en el matadero, resulta ser una especie de diamante por pulir. Las rimas visuales también suponen una inyección expresiva muy potente, las repetidas posiciones de cámara y planos nos expresan las situaciones emocionales del personaje principal con contundencia. Es sensacional encontrarse con una película donde los personajes no se pasan hablando sobre sus sentimientos, los expresan, el amor no se expresa mediante palabras, más bien con acciones.

En el aspecto de montaje, da la sensación de que Wong Kar rueda muchísimo material, y aunque a veces el resultado de las secuencias sea bueno, en otros parece que le sobran piezas en el puzzle. Aun y todo es de agradecer momentos sensacionales como cuando es reclamado el pasaporte por primera vez, montado con una velocidad brillante. Al final el resultado nos muestra una película de un nivel medio alto, es comprensible que Wong Kar Way sea tan elogiado hoy en día, resulta ser un pequeño oasis en el desierto en el que se encuentra el cine.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Origen (Inception)

Dirección y guión Cristopher Nolan
Montaje Lee Smith
Fotografía Wally Pfister
Música Hans Zimmer
USA/UK 2010

Cristopher Nolan, alla por el año 2000, sorprendió a crítica y público en el célebre festival de cine de Sundance con su segunda película, Memento. Entonces Nolan estableció las bases de su ideario de cine, especialmente influenciado por las formas del cine independiente americano de los años 70, pero sin llegar al modo de aquel cine. Aunque el cine haya asumido lo aportado por los grandes de aquella época, Nolan no parece comprender del todo los planteamientos establecidos entonces. Esta claro que en Memento mostró una buena capacidad de hacer cine, pero parece que allí mostró el cine que tenía. Desde entonces, poco o nada ha avanzado.

En Origen, desde mi punto de vista, avanza en un aspecto importante como el espacio, pero sospecho que es por circunstancias del guión. Y no es por quitarle méritos, más bien porque todas las transfiguraciones espaciales estan establecidas en la narración argumental de la película. Me agradó especialmente la presentación de Dom y la destrucción de todo el espacio como metáfora de su situación emocional. Pero a partir de hay todo queda en pompa y circunstancia, tiene un guión que tarda en arrancar y lleno de demasiada berborrea explicativa, sólo es capaz de mantener una sóla idea de atrezzo digna mediante un molino de viento. Se pierde en montajes paralelos trepidantes llenos de explosiones, peleas en ingravidez y tiroteos constantes. Pero olvida que para expresar la situación de un personaje atormentado, no pasa solo por mostrar espacios complejos, situaciones creadas desde traumas del pasado o encuadres inestables. La idea en gran parte se cae por algo simple, el montaje. Simplemente olvida aplicar en el montaje todos los conceptos sobre la memoria, los sueños y los traumas emocionales. En estos parametros, la sombra de Alain Resnais puede resultar larga.

Y es una pena, ya que considero que Nolan tiene capacidad. Esperaba más de una película, que aunque sea superior a la media hollywoodiense, sus piruetas visuales lo dejan al nivel de un peplum puramente palomitero.

martes, 3 de agosto de 2010

El problema de la estética en el Cine

Según la RAE, lo estético es el "conjunto de elementos estilísticos y temáticos que caracterizan a un determinado autor o movimiento artístico". Sería genial si hoy en día las sobrevaloradas estéticas de las películas fuesen el resultado de un buen planteamiento fílmico, pero lamentablemente, hoy en día el concepto estético de las películas esta en un nivel muy superficial y vacuo.
Se celebran como logros propuestas visuales llenas de una belleza superficial, influenciadas basicamente por efectos usados en la publicidad y los videoclips musicales. Dichos efectos provienen de la necesidad de crear sensaciones rápidas e inmediatas para llamar la atención del espectador de algún modo, pero los resultados no tienen contenido alguno puesto que no tienen un objetivo expresivo. Puede que todo sea el resultado de una falta de referencias cinematográficas actuales de calidad, ha desaparecido esa cantera llamada Serie B.
El cine es visto por gran parte de la masa como una especie de atracción de feria destinada a amenizar el tiempo de ocio, tal y como lo usó Méliès en los origenes del cine. Por eso gente como Peter Jackson, Michael Bay, James Cameron, Ron Howard, Alejandro Amenabar y un largo etcétera se encuentran en un lugar intermedio entre la expresión y la atracción. Son directores que no comprenden que para crear una buena estética necesitan crear una estructura fílmica, tener un buen concepto de la luz, el encuandre, el montaje, el espacio....
Uno no puede encontrar grandes diferencias hoy en día entre las películas, y hablo de un modo global, no importa que una sea japonesa y la otra argentina. La gran mayoría tiene un gran parecido estructural entre si, es la consecuencia de un concepto tan sencillo y trillado como el plano contra plano. La personalidad apenas existe, la comodidad establecida en la apariencia estandar asegura un riesgo menor y una rentabilidad más asegurada.
Sería conveniente dejar de construir películas llenas de simple apariencia, es como si se construyesen edificios que son pura fachada, pero que por dentro están huecos. Con una visión más trabajada y una personalidad más marcada, las películas ganarían en calidad, y aunque en un inicio el público no lo comprenda del todo, a medio-largo plazo, la audiencia se volverá a interesar por ese medio tan maravilloso llamado Cine.

domingo, 25 de julio de 2010

Toy Story 3

Dirección Lee Unkrich
Guión Michael Armdt, John Lasseter, Andrew Stanton y Lee Unkrich
Montaje Peter Docter
Música y sonido Randy Newman
Usa 2010

Pixar tiene un merecido pedigree en el cine actual, es innegable que las películas que proceden de esa factoría de amantes del buen cine, son superiores a la paupérrima calidad media que existe actualmente en la cartelera. Pixar (fusión de las palabras pixel y arts) fue fundado por el genial John Lasseter, un hombre forjado en area creativa de Disney primero y en la todopoderosa por entonces ILM (Industries light & magic) de mi odiado Lucas después. Absorbio lo necesario en esas dos etapas para crear, la que hoy en día es, la productora más rentable del mundo del cine. Y Lasseter es, probablemente, la mayor joya creativa que posee Pixar. Es una pena que actualmente este más centrado en areas ejecutivas de Disney y Pixar, puesto que sería interesante ver toda la capacidad creativa de este hombre al servicio de las películas. Pero hay que destacar el logro que supone el haber alejado del area creativa de Pixar a los tiburones ejecutivos de Disney. Por eso mismo probablemente Toy Story 3 es un poco inferior a sus dos antecesores, y por supuesto a las dos joyas de la corona, Cars y Bichos (A Bug's life).

Lee Unkrich nos entrega una película llena de momentos brillantes y personajes bien construidos por lo general (para mi supone un error el cambio radical de Andy al final). La situación inicial esta narrada de un modo notable, es un comienzo que te libera de sus antecesorar, no hace falta ver las anteriores para comprender lo que sucede. Un baúl oscuro, un plan ideado exclusivamente para recuperar la atención de Andy, el fracaso de dicho plan y la frustración que conlleva en los personajes iniciales dicho fracaso nos contextualiza al espectador en la situación en la que se encuentran.

Así comienza esta tercera odisea de juguetes que promete ser apasionante e intensa desde su planteamiento. Y el resultado final en gran parte lo es, al menos desde el punto de vista argumental. Pero la realización acusa un poco la ausencia de Lasseter, haciendo que este un poco por debajo de las dos anteriores, especialmente de la primera entrega. Algunos planos no del todo acertados y forzados, algunos efectos de ralentización temporal que rozan el humor fácil y especialmente los excesivos subrayados musicales del lacrimógeno tramo final. Que contiene un desenlace con un "gancho" un tanto forzado, clichés emotivos con tonos Spielbergianos, y algún momento emotivo forzado hasta la saciedad. No hace falta llegar a eso para comprender que los cambios en las etapas vitales son duras, con las situaciones del vertedero nos había quedado claro. Todo esto hace que la película no pueda llevarse la etiqueta de obra maestra que le pone la crítica, incluso antes de haber sido estrenada.

Pero no sería justo no destacar los buenos momentos de la película, como la entrada a una tenebrosa y crepuscular aula en la guardería, la presentación de la idílica guardería-paraiso, un Woody lleno de habilidades para trepar y bajar por las tuberías en el inicio, cual Indiana Jones se tratase (y no lo digo por el prólogo de la película). Y por encima de todo, la que más me fascina, es la transfiguración nocturna de la aula (aparentemente idílica) en una cárcel llena de celdas.

Es de agradecer a Pixar que nos otorgue con una buena película cada año, aunque sería injusto tratarlos como maestros clave del cine, puesto que por desgracia, no lo son. Eso sí, siempre hay que reconocer que dentro tienen a un grande, autor de una de las mejores películas de los 90, Bichos.

P.D.:
Es de destacar el corto previo a la visualización de la película, Noche y Día. Un corto donde las diferencias son expresadas mediante reflexiones sobre el espacio el tiempo y el sonido, todo eso subrayado por un speech radiofónico brillante. Anque es inevitable reocordar mientrás ves el corto al gran Chuck Jones y su Duck Amuck, estrenada en el 53.

jueves, 6 de mayo de 2010

El escritor (The ghost writer)

Dirección y guión Roman Polanski
Fotografía Pawel Edelman
Montaje Hervé de Luze
Intérpretes Ewan McGregor, Jon Bernthal, Kim Catrtrall, Pierce Brossnan
Música Alexander Desplat
UK, France 2010

El escritor no es una obra maestra, no es esa clase de películas que aportan algo extraordinario al cine y son recordadas mucho tiempo después. Pero al menos nos encontramos ante una obra digna de ver, una película que mantiene muy bien el tono y que está rodada de un modo sencillo pero eficaz, asi que no es difícil considerarla como un pequeño oasis en el desierto que supone el panorama cinematográfico actual.

Resulta difícil encontrase en el cine actual con un personaje principal tan bien construido, es presentado directamente tal y como es, un escritor mediocre y sin talento que se vende al mejor postor. Siempre resulta esencial ser honesto con el público y tratarlo como alguien inteligente, sin tener que explicar como es de boquilla un personaje y después mostrar a un personaje plano. Polanski usa a un personaje con pocos principios, caótico y apolítico como metáfora de esa clase de "intelectuales" contemporaneos que se interesan más por el morbo de saber lo que ha pasado, antes de denunciar un grave suceso y actuar ante él. Y no nos sorprende su modo de actuar durante toda la película, sabemos que votó a alguien porque era una moda hacerlo, sabemos que ante un manuscrito que le piden que lea primero mira cuantas páginas tiene, sabemos que su espacio vital resulta ser un cuchitril, sabemos que ante un contrato jugoso no le importa soltar un discurso nada verosímil y un largo etcétera en un personaje totalmente coherente. En general no nos crea falsas espectativas, y todo elemento o personaje que aparece resulta tener una función activa en la trama, resulta gracioso cómo un GPS puede ser útil como elemento de atrezzo.

Polanski nos ofrece una película con tintes políticos para denunciar de algún modo la incapacidad de actuar de la sociedad ante los caprichos de las élites de poder, y en el climax resulta contundente. Con una panorámica narrativa, que a su vez resulta una sutil escritura con la cámara, en la que una nota que contiene todo el secreto que encierra la trama argumental, pasa de mano en mano hasta llegar a su destino, sin que a nadie se le haya ocurrido abrirlo y mirar lo que contiene. Y ante todo eso el protagonista se regocija ante su descubrimiento, pero Polanski no le da el premio que cree merecer para si mismo, y acaba desperdigando de una manera muy inteligente el manuscrito que contiene todo el secreto que también incluia la nota.

Así Polanski regresa con una película digna de ver, sencilla, eficaz y con muchas virtudes que colocan a la película en una posición de honor en el panorama actual.

viernes, 23 de abril de 2010

Alicia en el país de las maravillas (Alice in wonderland)


Dirección Tim Burton
Guión Linda Woolverton
Fotografía Dariuzs Wolski
Montaje Chris Lebenzon
Intérpretes Johny Depp, Mia Wasikowska, Helena Bonham Carter...
USA 2010

Hay películas que crean una gran espectación entre el público, por un marketing expléndido, por ser la adaptación de alguna obra popular o por ser la última película de algún director mediático. Entre el público parecen ser ya grandes películas incluso antes de haber sido siquiera visualizadas, y encuentran un prematuro hueco en la cultura popular. Y ese es el caso de Alicia en el país de la maravillas, puesto que antes de haber sido estrenada se daba por hecho que sería una de las películas del año y que su éxito estaba cantado. Pero personalmente yo no me espero mucho de una película que lleve la firma de Tim Burton, puesto que no veo nada creativo en su cine más allá de un imaginario estético muy poco expresivo.

Aunque Burton cuenta con toda una legión de seguidores, y estos se sentían ilusionados al ver que su efervescencia imaginaria estuviese al servicio de un relato muy propicio para romper los límites de su imaginación. Pero algunos no creemos en sus capacidades expresivas, y por desgracia en ésta su última película no nos aporta nada nuevo y se queda lejos de sus películas más dignas. Para mí Burton destaca especialmente por desperdiciar grandes ideas, y recuerdo sus películas más dignas, pero que ni siquiera llegan a ser realmente buenas, como Mars Attack (Para mí su mejor obra), Sleepy Hollow, Eduardo manostijeras o Ed Wood. Y en éste caso, aunque la idea no me resulte demasiado atractiva, Burton sigue encallado en su estética visual puramente onanista. Desde mi punto de vista, lo fantástico no debe dejar atrás todos los recursos cinematográficos, y los debería usar de un modo expresivo, puesto que de ese modo la fantasía superaría todas esas imágenes plásticas y se transformarían en pura emoción. Pero Burton es como esa clase de fotógrafos carentes de visión sobre lo que fotografían, y que echan mano al photoshop para intentar dar una belleza vacía a unas imagenes que son incapaces de expresar lo más mínimo por sí solas.

Alicia es una película plana y nada virtuosa. Es incapaz de crear emoción alguna, ni siquiera con el subrayado musical en el climax, y todo ello por su falta de creatividad al filmar, su modo de posicionar la cámara a la hora de observar la acción, la ausencia de ideas del uso de la luz y la falta de un planteamiento espacial realmente creativo. No me dice mucho en pueblo arrasado en el pasado por el Galimatazo bajo las ordenes de la reina roja, excusado por un flashback un tanto forzado. O el uso poco sutil de los efectos especiales de última hora al servicio del efectismo realizado para una proyección en 3D de une película pensada en 2D, como el vuelo final de la mariposa o los rayos expulsados por el Galimatazo mientras Alicia se refugia tras el poste, sin aprovechar las posibilidades expresivas que puede aportar el 3D a la hora de componer el plano. Claro todo ello por capricho de Disney, en busca de una mayor rentabilidad económica y sin que les importe nada que la película pierda calidad visual.

No deja de ser decepcionante que un director así desperdicie su talento visual en crear mundos puramente fantásticos carentes de una expresividad sólida, y nos demuestre una y otra vez su incapacidad de aprovechar bien las buenas ideas.

jueves, 25 de marzo de 2010

Shutter island



Dirección Martin Scorsese
Guión Laeta Kalogrindis
Fotografía Robert Richardson
Montaje Thelma Schoomaker
Intérpretes Leonardo DiCaprio, Mark Ruffalo, Ben Kingsley, Max von Sydow...
USA 2010

Hay veces que el espectador medio se siente estafado después de ver una película. En esta ocasión se acusa a Shtter Island de tener un final forzado, de tener una vuelta de tuerca de más, de querer sorprender al espectador y no conseguirlo. Pero eso no es cierto, puesto que no es lo que busca, Scorsese es honesto en el palnteamiento de la película, y no realiza ninguna vuelta de tuerca argumental. Todo está cosntruido mediante el punto de vista al que se acoge, centrado unicamente en Teddy Daniels(Leonardo DiCaprio). Si. Teddy Daniels, puesto que es como cree llamarse el protagonista. Scorsese demuestra ser coherente a la hora de dominar el punto de vista (Gran clave para comprender realmente el cine de Hitchcock), hace que la película mantenga un tono digno, porque si no llega a dominarlo como en la mayoría del cine actual, se hubiese derrumbado toda la película.

Somos advertidos desde el primer momento de la película con qué clase de personaje nos embarcamos, la mostrada dualidad en el plano donde aparece reflejado en el espejo y con el juego de zooms y enfoques que realiza cuando se mira al espejo (A cámara, como mostrandonos su lado más íntimo). La primera visión de su compañero Chuck (Marck Ruffalo) desde el interior de la reja también nos advierte la posición inicial en la que se encuentra Teddy, es decir, encerrado de algún modo. Todo es aparente, la sensación de falsedad del cielo que muestra al inicio, la torpeza de Chuck al quitarse el revolver a la hora de entregarselo a los guardias, la supuestamente excesiva tensión mostrada por los guardias a la llegada, la falta de verosimilitud en la supuesta huida de Rachel de su habitación, y un largo etcétera de una lista que resultaría muy larga.

Shutter Island es un lugar donde la violencia es neutralizada. Teddy es un personaje marcado por la violencia. Scorsese nos crea un lugar confuso, caótico e inquietante, vease el laberíntico pabellón C en contraposición con el impresionante salón del Dr. Cawley (Ben Kingsley), ambos teñidos de un rojo violento. O la cada vez más potente tormenta huracanada, que refleja el progresivo deterioro de Teddy hasta llegar a las mayores migrañas, mostrandonos un personaje perdido en su mundo onírico. Abandona la coherencia en una investigación cada vez más confusa, hasta introducirse totalmente en ella.
ó á í ú é
En esta ocasión Scorsese nos entrega una buena película, pero lejos del gran Scorsese de Toro salvaje o Uno de los nuestros. Sin embargo, está más cerca de sus mejores épocas que en sus anteriores entregas fílmicas. De alguna manera se acerca más al tema que ensambla sus trabajos, la violencia y un personaje que acaba de alguna manera destruido por ella. Y no es de extrañar que la última frase que diga Teddy Daniels sea.

"¿Qué sería peor vivir como un monstruo o morir como un hombre bueno?".


Ni que la última imagen de la película sea el faro, y todos sabemos lo que significaba para Teddy el faro.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Tiempos modernos (Modern times)



Dirección, guión y música Charles Chaplin
Fotografía Rollie Totheroh, Ire Morgan
Intérpretes Charles Chaplin, Paulette Goddard
USA 1936

"Tiempos modernos. Una historia sobre la industria, la iniciativa individual y la cruzada humana en busca de la felicidad"

Y ciertamente es de lo que nos habla Chaplin en esta brillante película, a la que le sumaremos su visión humana de la vida y su rechazo a toda jerarquía que llega a mecanizar al ser humano como borregos carentes de libertad individual. Puesto que las imagenes iniciales en donde compara al rebaño de ovejas con las personas que entran en la fábrica nos marca toda la temática de la que tratará durante la duración de la película.

¿Pero habla? Chaplin no era muy partidario del cine sonoro, o más bien no era partidario del uso que daban al sonido de forma mayoritaria en el cine. Aunque él lo usó de un modo brillante en su segunda película con algún contenido sonoro. De hecho apenas habla nadie de un modo sonoro en la película, su oposición sonora está usada de un modo contundente, solamente hablan aquellos personajes o elementos que obstaculizan a nuestro trabajador protagonista, como cuando el dueño de la fábrica ordena aumentar la velocidad, la presentación absurda de la terrorífica máquina alimentadora o cuando anuncian su indulto en la rádio (puesto que salir de la carcel, suponía perder todas las comodidades que tenía en ella). No hace falta hablar para decir lo que quiere, mostrar es suficiente, todos entendemos lo que dice la canción que canta en el restaurante al final de la película, y eso que la lengua que usa es inventada sólo para esa ocasión. Nos demuestra que un gesto, una mirada o una acción son suficientes para calar hondo.

Por encima de todo esto, Chaplin destaca por su humanismo. Para él la sociedad industrializada estaba perdiendo todo su humanismo, sus salidas de la cadena de producción con los espasmos provocados de excesivo ritmo de la cadena impuesta por una voz deshumanizada, estan ligadas a una idea que engloba toda la película. El climax de locura por estrés entre los engranajes, sus persecuciones por la fábrica manchando de aceite a todos aquellos miembros del rebaño y el absurdo modo de dar de comer a su jefe cuando está atrapado en la máquina van en esa misma dirección. La libertad individual y la unidad son dignas de ser reclamadas, hasta el punto de ser capaz de liderar intencionadamente una manifestación en la que cae de forma accidental, pero con la que nos pretende arrastrar a todos hacia ese objetivo mediante un movimiento de cámara brillante.

No hay una visión maniquea en todo lo que nos muestra, además su discruso es honesto, no es casual que nos diga que una chica luchadora se niega a pasar hambre y nos la muestre robando plátanos para alimentar a sus hermanas pequeñas. Ni que disparen al padre de la chica, y que el disparo suene justo cuando ella aparece en primer plano. Realmente Chaplin nos dice en ese instante que es algo de ella lo que está muriendo, y después nos lo corrobora mediante un movimiento de cámara con la cual nos remarca el efecto de la muerte del padre en ella. Tampoco es casual la idea de comparar el hogar imaginario e idílico donde ellos viven feliz, con la cabaña ruinosa donde acaban viviendo temporalmente, creandonos una comparación espacial en la que nos muestra la constante lucha que deben mantener los personajes para conseguir lo que realmente desean. Las injustas casualidades que siempre fustran todos los pequeños rayos de esperanza que les surge, pero siempre surje ese movimiento de cámara que como rima visual, donde ellos comienzan a caminar y recreando una pequeña esperanza de nuevo. Y no importa que nos duelan los pies y los tengamos que airear como lo hace Chaplin al final de la película, ni que el camino andado ya haya sido largo. Lo mejor es levantarse, sonreir, hacer sonreir a tu compañera y afrontar el camino que contiene unas ásperas montañas al fondo.

"¿Para qué continuar?
Ánimo. No te rindas nunca.
¡Saldemos adelante!"

Yo usaría esta película como un elemento de tortura política. Cogería a todos los políticos del mundo, y los obligaría a verla una vez por semana. Pero no de cualquier modo. Les ataría, y les abriría los ojos como lo hicieron con Alex en La naranja mecánica, para que absorviesen bien todo lo que deben saber para ser unos políticos dignos.
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miércoles, 10 de marzo de 2010

¡Un hombre que observaba su entorno!


" Las complejidades cada vez mayores de la vida moderna, la invasión dinámica del siglo XX, mantienen al individuo cercado por diversas instituciones que le amenazan por todos lados, política, científica y ecónomicamente. Nos hemos convertido en víctimas de la limitación del almaa, de las sensaciones y de las cosas permitidas. [...] Nos hemos zambullido ciegamente en la fealdad y en el apiñamiento y hemos perdido nuestro sentido de la estética. Nuestro sentido de la vida ha quedado embotado por el ansia de ganancia, el poder y el monopolio. Hemos permitido que estas fuerzas nos envuelvan con descuido total de sus nefastas consecuencias. La ciencia, sin una inteligente orientación o sentido de la responsabilidad, nos ha entregado a los políticos y las armas militares de destrucción, que tienen en sus manos el destino de todos los seres vivos del planeta. Esta plétora de poder dejada en manos de hombres cuya responsabilidad moral y cuya competencia intelectual no son, y es lo menos que de ellos puede decirse, infalibles, y en muchos casos son discutibles, puede terminar en una guerra de exterminio de toda vida existente sobre la tierra. Sin embargo, vamos ciegamente hacia adelante."
Charles Chaplin

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martes, 9 de marzo de 2010

Un hombre soltero (A single man)



Direcci
ón Tom Ford
Guión Tom Ford, David Scearce
Fotografía Eduard Grau
Intérpretes Colin Firth, Julianne Moore, Matthew Goode...
USA 2009

Comenzar una película con unas imagenes iniciales un tanto asfixiantes, hace que implantes ese mismo tono fílmico similar para la totalidad de la película. Lo curioso es que, la práctica ausencia cromática que se aprecia en los minutos posteriores a las mencionadas imagenes, suponen un punto positivo para esa idea. Pero hasta ahí hemos llegado, puesto que esa idea se esfuma enseguida.

Un espacio idílico, limpio, pulcro, luminoso, ordenado y envuelto en un sonido naturalista en tono relajante rodea al protagonista. Intenta mostrar la agónica existencia de George Falconer (un excelente Colin Firth) vaciando un espacio prácticamente perfecto, hasta el vestuario resulta esplendoroso, pero no llega a construir visualmente esa agonía mediante una atmosfera que resulta demasiado bella, crea una frialdad digna de una sesión fotográfica pensada para la publicidad.

Realizar estiramientos de un tiempo que no llega a transcurrir para el personaje mediante cámaras lentas, es como poner una música estridente en el momento de mayor tensión de una película mala de suspense. Excesivo subrayado a esa idea del tiempo, apoyada con un sonido del reloj lento en ocasiones que resulta un tanto facilón, y mediante un montaje que incluso en los momentos de narración básicas comete errores no termina de ser del todo verosímil. Por no decir la idea de atrezzo que usa mediante la pistola, que resulta demasiado sencilla que roza el cliché. La sensación asfixiante se desvanece, resulta que la historia de amor truncada de George al fin y al cabo no es mostrada del modo agónico que nos quiere hacer sentir el trabajo de Colin Firth.

Pero hay cosas positivas y dignas de resaltar en esta primera incursión cinematográfica de Tom Ford. Como por ejemplo el recuerdo de Jim resaltado cromáticamente, la primera y desequilibrada imagen de Charlie ( una excesiva Julianne Moore) resacosa en la cama, el último plano de Charlie con la puerta cerrandose cuando George se va de su casa, son pequeñas bondades en una película que personalmente me gustó, pero que más bien saben a poco. Tom Ford queda lejos de hacer buen cine, pero al menos nos da algunos momentos dignos, que esperemos evolucionen en futuros proyectos.

domingo, 7 de marzo de 2010

¿Qué hacer para ganar un Oscar?



"¿Qué hacer para ganar un oscar?
Interpretar personajes bíblicos a todo color, a curas y víctimas de enfermedades dolorosas o trágicas: ceguera, sordera, mutismo, así como algunas variantes como el alcoholismo y la esquizofrenia u otros problemas mentales aparecidos en películas de éxito. Cuanto más trágica sea la enfermedad llevada a la pantalla, mayor oportunidad posee la pel
ícula de conseguir un oscar. "

Marlene Dietrich

jueves, 4 de marzo de 2010

Y el mundo marcha (The Crowd)


Dirección King Vidor
Gui
ón King Vidor, John V.A. Weaver
Fotograf
ía Henry Sharp
Int
érpretes James Murray, Eleanor Boardman, Bert Roach...
USA 1928

"Cuando ten
ía 21 años, se hizo como uno de los 7 millones de personas que cree que Nueva York depende de ellos."

Esta contundente frase define perfectamente la esencia de lo que nos quiere decir Vidor en esta pel
ícula, y como cada gran película todo lo que se lee en los intertitulos de ella está estrechamente ligado al discurso de ella. "Y el mundo marcha" dice muchas cosas aún siendo una película muda, pero es curioso cómo Vidor ya pide a gritos un cine sonoro, los planos usados como referencias sonoras como el tren, el timbre, la cisterna y otros tantos son fundamentales en el desarrollo de las secuencias a las que pertenecen, y nos aproxima a comprender al Vidor que en "Aleluya" introdujo por vez primera en la historia del cine el sonido de un modo creativo.

Pero Vidor ya puso de manifiesto su creatividad en esta película con tintes musicales, que pone en entredicho el individualismo en una época tan ostentosa como los felices años 20. El constante ritmo cinético de la multitud está en contraposición de la pasividad y el estatismo como persona de John Sims, el cual vive sometido a sus ambiguos y nada concretados sueños de ser rico algún día. Ya desde las imagenes iniciales, que funcionan como si fuese un prólogo, lo cinético esta siempre presente en los planos que incluyen algún elemento de la vida cotidiana de la actividad humana en la ciudad. Ante esa actividad donde el individuo se disuelve, Vidor destaca a John frente la multitud en contadas ocasiones, cómo delante de las cataratas del Niágara en el viaje de novios, usando la explosión de las aguas como metafora del amor consumado por John y Mary. Aunque la rima visual creada en otros dos momentos críticos para John, como la muerte de su padre y el accidente de su hija, nos demuestra la coherencia del director a la hora de posicionar la cámara y elegir el plano en función de lo que nos quiere mostrar.

Pero la coherencia es global, hasta en el guión, como cuando la pasividad y falta de iniciativa de John es definida en una secuencia donde su amigo Bert le ayuda a subir las escaleras como si fuese una marioneta incapaz de tomar las riendas. Sólo cuando toma la iniciativa, marcada con un movimiento de cámara que le comienza a introducir en lo cinético y con un plano de los pies de él y su hijo en movimiento, consigue avanzar con paso firme hacia la solución de sus conflictos.

Conflictos que marcan tambi
én su relación conyugal con Mary, perfectamente expresada mediante el espacio de convivencia común de ambos, la catarata antes mencionada, un pequeño apartamento que comienza a tener averías por todas partes proyectando el deterioro de la relación, un piso donde cada uno es mostrado en habitaciones distintas para reflejar el distanciamiento, hasta llegar a quedarse uno al exterior de la vivienda y el otro en el interior. Pero Vidor resuelve el momento más crítico de ambos en un memorable momento donde en un juego de plano contraplano, nos muestra a Mary la incapacidad de abandonar a John, en donde Mary sale de un contraplano para introducirse en otras 3 ocasiones en otro contraplano similar.

En definitiva mediante aspectos cotidianos de un hombre común como John Sims, Vidor a su parecer y con una sencillez y contundencia digna de los maestros del cine, es capaz de construir una película que habla sobre el excesivo ideal individualista que rodeaba la sociedad contemporanea en la que vivía. Me pregunto cómo haría hoy en día Vidor una película con la misma temática.

"La multitud ríe contigo siempre... Pero llora contigo sólo un día"


lunes, 1 de marzo de 2010

Avatar



Dirección y guión James Cameron
Fotograf
ía Mauro Fiore, Vince Pace
Montaje John Refoua, Stephen Rivkin
M
úsica James Horner
Int
érpretes Sam Worthtington, Zoe Saldana, Sigourney Weaver, Stephen Lang...
USA 2009






Avatar fu
é anunciada como una película que marcaría un antes y un después en la industria del cine hollywodiense, al igual que lo marcaron títulos setenteros como "Tiburón" de Spielberg o "Star Wars" de Lucas. Pero sólo consigue rebasar esa frontera desde un punto de vista tecnológico y comercial, puesto que al igual que las dos anteriormente mencionadas, Avatar no es una película novedosa desde un punto de vista cinematográfico. Y está muy lejos de serlo.
Una pel
ícula que demuestra su débil e insulso guión, con un final a lo deus ex machina, no merece muchos más comentarios al respecto. Todo el intento de presentarnos un discurso de caracter ecologista queda en un maniqueo tratamiento del tema, uno no siente el deseo de plantar un árbol después de ver esos espacios plásticos, no se termina de empatizar con un espacio iluminado de un modo tan poco expresivo, y el espacio siempre resulta esencial; no consigue proyectar nada de lo que realmente quiere decir.
Todo en la película resulta superficial y previsible. Está filmado de un modo muy simple, prácticamente en plano contraplano y con movimientos de cámara que resultan efectistas y poco eficientes.
Realmente resulta decepcionante ver cómo una productora derrocha 300 millones de dólares en alguien que busca nuevos juguetes con los que crear fuegos artificiales que se disuelven en cuenstión de segundos en nuestras retinas. Avatar es un producto envuelto en un papel llamado 3D que se vende como novedoso, pero de contenido inconsistente y anticuado.


domingo, 28 de febrero de 2010

Vive le cinéma!

¿Pero quién puede afirmar que este cine viejo de hoy no sea el cine de mañana?

Con esta frase de Jean-Luc Godard, abro este espacio personal dedicado especialmente al cine, donde mediante una mirada
analítica comentaré películas de ayer y de hoy. Películas de ayer que siguen siendo obras contundentes, que incluso hoy en día siguen siendo referentes. Y ¿Cómo no? Películas de hoy que pueden resultar anticuadas y caducas.

Todo ello estar
á filtrado por mi particular, y quizas demasiado exigente, mirada. Pero eso no significa que mis comentarios tengan que estar en lo cierto, puesto que en el abstracto mundo artístico no existe la mirada objetiva.

Asi que espero no ser demasiado denso en mis comentarios y conseguir crear el gusanillo de descubrir pel
ículas ya olvidadas por el gran público.

Bienvenidos a "McDorty's notebook".