miércoles, 11 de agosto de 2010

Origen (Inception)

Dirección y guión Cristopher Nolan
Montaje Lee Smith
Fotografía Wally Pfister
Música Hans Zimmer
USA/UK 2010

Cristopher Nolan, alla por el año 2000, sorprendió a crítica y público en el célebre festival de cine de Sundance con su segunda película, Memento. Entonces Nolan estableció las bases de su ideario de cine, especialmente influenciado por las formas del cine independiente americano de los años 70, pero sin llegar al modo de aquel cine. Aunque el cine haya asumido lo aportado por los grandes de aquella época, Nolan no parece comprender del todo los planteamientos establecidos entonces. Esta claro que en Memento mostró una buena capacidad de hacer cine, pero parece que allí mostró el cine que tenía. Desde entonces, poco o nada ha avanzado.

En Origen, desde mi punto de vista, avanza en un aspecto importante como el espacio, pero sospecho que es por circunstancias del guión. Y no es por quitarle méritos, más bien porque todas las transfiguraciones espaciales estan establecidas en la narración argumental de la película. Me agradó especialmente la presentación de Dom y la destrucción de todo el espacio como metáfora de su situación emocional. Pero a partir de hay todo queda en pompa y circunstancia, tiene un guión que tarda en arrancar y lleno de demasiada berborrea explicativa, sólo es capaz de mantener una sóla idea de atrezzo digna mediante un molino de viento. Se pierde en montajes paralelos trepidantes llenos de explosiones, peleas en ingravidez y tiroteos constantes. Pero olvida que para expresar la situación de un personaje atormentado, no pasa solo por mostrar espacios complejos, situaciones creadas desde traumas del pasado o encuadres inestables. La idea en gran parte se cae por algo simple, el montaje. Simplemente olvida aplicar en el montaje todos los conceptos sobre la memoria, los sueños y los traumas emocionales. En estos parametros, la sombra de Alain Resnais puede resultar larga.

Y es una pena, ya que considero que Nolan tiene capacidad. Esperaba más de una película, que aunque sea superior a la media hollywoodiense, sus piruetas visuales lo dejan al nivel de un peplum puramente palomitero.

martes, 3 de agosto de 2010

El problema de la estética en el Cine

Según la RAE, lo estético es el "conjunto de elementos estilísticos y temáticos que caracterizan a un determinado autor o movimiento artístico". Sería genial si hoy en día las sobrevaloradas estéticas de las películas fuesen el resultado de un buen planteamiento fílmico, pero lamentablemente, hoy en día el concepto estético de las películas esta en un nivel muy superficial y vacuo.
Se celebran como logros propuestas visuales llenas de una belleza superficial, influenciadas basicamente por efectos usados en la publicidad y los videoclips musicales. Dichos efectos provienen de la necesidad de crear sensaciones rápidas e inmediatas para llamar la atención del espectador de algún modo, pero los resultados no tienen contenido alguno puesto que no tienen un objetivo expresivo. Puede que todo sea el resultado de una falta de referencias cinematográficas actuales de calidad, ha desaparecido esa cantera llamada Serie B.
El cine es visto por gran parte de la masa como una especie de atracción de feria destinada a amenizar el tiempo de ocio, tal y como lo usó Méliès en los origenes del cine. Por eso gente como Peter Jackson, Michael Bay, James Cameron, Ron Howard, Alejandro Amenabar y un largo etcétera se encuentran en un lugar intermedio entre la expresión y la atracción. Son directores que no comprenden que para crear una buena estética necesitan crear una estructura fílmica, tener un buen concepto de la luz, el encuandre, el montaje, el espacio....
Uno no puede encontrar grandes diferencias hoy en día entre las películas, y hablo de un modo global, no importa que una sea japonesa y la otra argentina. La gran mayoría tiene un gran parecido estructural entre si, es la consecuencia de un concepto tan sencillo y trillado como el plano contra plano. La personalidad apenas existe, la comodidad establecida en la apariencia estandar asegura un riesgo menor y una rentabilidad más asegurada.
Sería conveniente dejar de construir películas llenas de simple apariencia, es como si se construyesen edificios que son pura fachada, pero que por dentro están huecos. Con una visión más trabajada y una personalidad más marcada, las películas ganarían en calidad, y aunque en un inicio el público no lo comprenda del todo, a medio-largo plazo, la audiencia se volverá a interesar por ese medio tan maravilloso llamado Cine.