viernes, 3 de septiembre de 2010

Happy Together

Dirección y guión Wong Kar Wai
Fotografía Christopher Doyle
interpretación Leslie Cheung, Tony Leung...
Montaje William Chang, Wong Ming Lang
Música Danny Chung
Hong Kong 1997

A mediados de los años 90 del siglo pasado, Wong Kar Wai surgió como el mayor estandarte de aquel boom del cine asiatico. El desolador panorama del cine contemporaneo hizo que el exotismo asiatico surgiese como la mayor esperanza posible para el cine. Al final, una vez rebajado el boom, el único que pareció ser de un nivel medio alto fue Wong Kar Wai. Y a estas alturas, toda película que lleva su firma es rifada por todos los festivales de prestigio del mundo. Y eso que realmente sólo se le puede atribuir una gran película, In the mood for love. Pero hay que reconocer que sus pinceladas son muy de agradecer, ya que resultan estimulantes para el espectador.

Happy Together sigue la linea temática de las películas de Wong, donde se muestran a personajes emocionalmente reprimidos que buscan liberarse y buscar su propio lugar, un tema al que estoy sensibilizado bastante últimamente. La película tiene un alto grado de expresión en algunos instantes, y supuso el ensayo anterior a In the mood for love, donde las ideas expuestas aquí fueron engranadas de un modo más acertado. Las etapas en la relación del protagonista con su pareja, son facilmente diferenciables en el aspecto cromático, partiendo desde un mundo puramente acromático, pasando por un rojo violentísimo, hasta acabar en un mundo cromático más real y equilibrado. La idea es buena desde la base, y aunque sea destacable en momento en que limpia la sangre en el matadero, resulta ser una especie de diamante por pulir. Las rimas visuales también suponen una inyección expresiva muy potente, las repetidas posiciones de cámara y planos nos expresan las situaciones emocionales del personaje principal con contundencia. Es sensacional encontrarse con una película donde los personajes no se pasan hablando sobre sus sentimientos, los expresan, el amor no se expresa mediante palabras, más bien con acciones.

En el aspecto de montaje, da la sensación de que Wong Kar rueda muchísimo material, y aunque a veces el resultado de las secuencias sea bueno, en otros parece que le sobran piezas en el puzzle. Aun y todo es de agradecer momentos sensacionales como cuando es reclamado el pasaporte por primera vez, montado con una velocidad brillante. Al final el resultado nos muestra una película de un nivel medio alto, es comprensible que Wong Kar Way sea tan elogiado hoy en día, resulta ser un pequeño oasis en el desierto en el que se encuentra el cine.